Luego de ocurrida la tragedia en Larroque, donde un joven padre y su beba de solo dos meses murieron a consecuencia de inhalar monóxido de carbono mientras dormían, surge la necesidad de poner a la sociedad en aviso sobre la necesidad de controlar los aparatos de calefacción.
El subjefe del cuartel de Bomberos Voluntarios de Gualeguaychú, Cesar Gómez, brindó recomendaciones para esta época de bajas temperaturas, propicias para el desarrollo de accidentes domésticos por no controlar calefones, cocinas, termotanques o estufas de nuestros hogares.
“El gas natural al ser encendido, se transforma en otros gases y si esta combustión se realiza en presencia de una cantidad de oxígeno adecuada, se convierte totalmente en dióxido de carbono; si por el contrario, se está en un lugar cerrado en el que la disponibilidad del aire no es óptima, el producto es el mortal monóxido de carbono, un gas sutil, que envenena, paraliza y finalmente mata”, indicó.
“El monóxido de carbono envenena por asfixia, al combinarse con la hemoglobina, que es el componente de la sangre portador de oxígeno formando carboxihemoglobina. De esta forma, al inhibir el proceso respiratorio, arrebata rápidamente a la sangre el oxígeno que el organismo necesita, impidiendo simultáneamente a la primera eliminar los residuos de anhídrido carbónico”, explicó Gómez.
“Al aumentar rápidamente su concentración por la inhalación, inhibe progresivamente la hematosis, alcanzando niveles que se traducen en los distintos estados de envenenamiento. La sintomatología del cuadro incluye trastornos nerviosos, cefaleas, vértigo, zumbido en los oídos, somnolencia e impotencia muscular. Si la inhalación persiste, se llega a la parálisis de los miembros inferiores, impidiendo por ende el movimiento ambulatorio. Este estado se extiende al resto del cuerpo, incluso a los músculos faríngeos, imposibilitando al intoxicado de pedir auxilio aunque conserva la conciencia. De proseguir la inhalación, se pasa a un segundo periodo, donde se pierde el conocimiento, ocasionalmente se presentan vómitos, desaparecen los reflejos, hay contracturas musculares y sobreviene el estado de coma. La muerte es causada por paro respiratorio o dilatación cardíaca aguda, con edema pulmonar”, agregó.
Por último, aconsejó: “si observa manchas oscuras en paredes (tiznamientos por depósitos carbonosos, hollín), ello es signo de una incorrecta evacuación de gases de combustión al exterior y acumulación de monóxido de carbono en el interior de los ambientes, lo que obliga a una urgente revisión”.
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