Aseguran que fue la mujer de 89 años quien la llamó por teléfono poco antes de recibir la llamada extorsiva. El número quedó registrado en un aparato de telefonía fija, que solo memoriza las llamadas entrantes y eso fue tomado en la investigación. La joven estaba de licencia por maternidad.
“Mi mamá la había llamado esa tarde y el número quedó registrado en el teléfono. Ese teléfono registra sólo las llamadas salientes, pero no las entrantes. La Policía, al hacer la averiguación, vio ese número y lo tomó en cuenta, pero mi mamá les aclaró que ella había llamado a esa chica”, indicó la hija de la mujer que durante el fin de semana casi fue víctima de un secuestro virtual.
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En diálogo con ElDía, aclaró que la joven que fue sospechosa en la investigación “no iba a trabajar desde hacía dos meses porque había tenido familia y le había avisado a mi mamá que no iba a ir; no es que había desaparecido”.
Aseguró que su madre tiene plena confianza en la joven que trabaja desde hace dos años en ese domicilio, e incluso la anciana la había llamado ese día “porque tenía el regalito para su hija”. Además hay otro dato que la desvincularía en la investigación, “ella nos conoce y sabe que nosotros vivimos al lado, entonces es difícil que haya tratado de hacerla caer en el engaño sabiendo que podía haber estado yo presente en la casa en ese momento”, indicó la mujer.
La familia no tiene sospechosos, pero está convencida que la joven que trabaja como empleada doméstica no tiene relación con lo sucedido. “Nunca sospechamos de la empleada y lo que menos queremos es perjudicar a alguien que realmente no tiene nada que ver”, agregó.
Vale recordar que el caso se produjo el domingo poco después de las 22. La anciana de 89 años recibió un llamado de una mujer que le decía llorando: “mami nos robaron a Mario y a mí”. La familia aseguró que la posible víctima no tiene los 80 mil pesos que trascendieron, porque es una jubilada que solo tiene la plata para vivir, y que el monto se debe a que la mujer confunde los números.
Antes de entregar el dinero, fue hasta el domicilio lindero, donde vive la familia de su hija y la encontró allí. Tras obtener el número que había quedado registrado en el teléfono, se investigó a la empleada, porque se la relacionó con otro hecho similar que ocurrió poco después, donde una mujer de 66 años cayó en el cuento y entregó 20 mil pe4sos, pero no se obtuvo ningún tipo de indicios que la comprometieran.
En el otro caso, a través de las cámaras de seguridad de la ENOVA y el supermercado Supervisión, se obtuvieron imágenes de una Trafic blanca que levantó la bolsa con los 20 mil pesos que la víctima dejó en Perón y Andrade.
Esto corroboró que, a pesar de las similitudes y los pocos minutos entre uno y otro hecho, nada tendrían que ver con la empleada. Ese fin de semana se registraron al menos ocho casos de secuestro virtual, pero en solo tres se radicó denuncia, de los cuales en uno solo los delincuentes lograron su cometido.
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